El día de pago produce cambios de ánimo en la rutina de cualquier anciano que  reciba una pensión económica. De niño también me alistaban para la ocasión. Por eso los he visto de cerca còmo salìan de casa dejando un olor fresco de perfume clásico, guapos ellos, llevando de la mano al nieto màs querido, al que seguramente le comprarìan un helado luego de cobrar.  Pero primero se encontraban con los amigos en la cola del banco. Conversan, se ríen, se alaban y actualizan las noticias de toda su generación. Desde las ventanillas, los frìos funcionarios del Banco Estatal envían al vigilante a decirles que guarden silencio y compostura. Estos empleados también han ido envejeciendo lentamente. Al momento de recibir el dinero, algunas manos sudan y otras tiemblan.bSer pensionista de la 19990 es como recibir dinero y ya no tenerlo al día siguiente. A veces pienso, ¿cómo puede vivir un anciano con solo 110 dòlares al mes? ¿Difícil, no?